Diariamente un nuevo texto bíblico - EZBB
Hebreos 2:3
A partir del capítulo 2 se nos muestra la verdadera preocupación de la epístola que ahora se hace clara: puesto que el Salvador es más que un ángel – el Hijo – es doblemente imperativo PRESTAR MÁS DILIGENCIA GUARDEMOS LAS COSAS QUE HEMOS OÍDO. Así, si valoramos nuestra alma, estamos obligados a prestar cuidadosa atención al evangelio que exalta la majestad e importancia de la Persona que presenta. Prestar atención es un cuidado continuo y vigilante. De lo contrario, corremos el riesgo de perder estas verdades del Evangelio.
¿CÓMO ESCAPAREMOS NOSOTROS SI TUVÍEREMOS EN POCO UNA SALVACIÓN TAN GRANDE? Despreciar la ley mediada por los ángeles es cosa grave, pero despreciar (por negligencia) la salvación mediada por el Hijo, que fue entregada a los hombres mediante acontecimientos probados y evidencias, era aún más grave. Esta salvación comenzó a ser anunciada por el Señor y fue confirmada después por los apóstoles y otros discípulos; y su testimonio fue apoyado por el testimonio de Dios mismo, con señales y milagros, y diversos prodigios y dones del Espíritu Santo - y con diversos poderes y distribuciones del Espíritu Santo por su voluntad.
Si descuidamos la salvación corremos el riesgo de la atrofia espiritual y, al final, la ira divina.
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